El Karting Center de Campillos acogió el fin de semana pasado la Champions of the Future. Cuatro días de acción en la pista en los que las jóvenes promesas del volante se batían el cobre en uno de los campeonatos de promoción más importantes del globo. Con varias mangas de entrenamientos entre el jueves y el viernes, los pilotos pudieron hacerse al circuito andaluz. Uno de los que más gusta a los pilotos con los que pudimos hablar.
Las tandas se sucedían durante el jueves y el viernes con el trajín habitual de un paddock durante un fin de semana de carreras. Los mecánicos, pilotos y demás habitantes de las diferentes carpas iban dejando todo listo para cuando llegaran las carreras. Mientras, algunos de los jóvenes pilotos presentes, se entretenían con algún que otro balón y algunas raquetas. Los motores se ponían a punto y el ir y venir de neumáticos nuevos y usados no paraba.
Ya el viernes, las cosas empezaban a ponerse serias. Y las tandas de entrenamiento pasaban a régimen oficial. Prohibido encender los motores en el paddock: se compite bajo reglamento FIA. El día transcurría tranquilo y los pilotos empezaban a moverse con un ojo puesto en los cronos de sus rivales. En pista, menos espacio entre ellos, y empezaba a aparecer algún que otro roce. El sábado empezaban las clasificatorias y había quien empezaba a marcar su territorio.
Todavía no había salido el sol cuando empezaron a llegar los primeros pilotos la mañana del sábado. Les saludaba el aire frío de la mañana, y aunque había risas y bromas entre ellos, la tensión empezaba a notarse. Era el día de las tandas calificativas que daban acceso a las finales de cada categoría, y un mal resultado en alguna de ellas podía significar no correr el domingo. Las carreras se iban sucediendo, definiendo vencedores y vencidos. Algunos sonreían, se sabían candidatos para la final del último día. Otros se mostraban intranquilos, y finalmente había que tenía que decir adiós a toda opción.
Ya había gente en las gradas cuando se encendieron los primeros motores en el último día de competición. El domingo era día de pre-finales y finales, con tan solo una carrera de repesca y otra de consolación para aquellos menos afortunados durante las carreras calificativas. Los nervios eran tangibles en la zona de acceso a pista y algunos ya consultaban los tiempos en directo incluso antes de que empezara la acción en pista. Llegaba la hora de la verdad.
Las carreras fueron trepidantes. Grandes actuaciones y algún que otro incidente que hicieron que el público asistente saltara de sus asientos en más de una ocasión. Finalmente, la final de OK Junior se la llevaba Enzo Deligny de Parolin Motorsport, que poco después cruzaba por el paddock con una sonrisa en sus labios. En OK Senior, Nikola Tsolov sentenciaba el campeonato con otra victoria indiscutible con DPK Racing, y todos los mecánicos inmortalizaban el momento en las carpas tras tantos días de duro trabajo.
Pero no hay tiempo de descansar. El trajín de camiones no para y ninguna de las estructuras se desmontará. A media semana vuelven los motores y el asfalto volverá a estar transitado. El circuito de Campillos se prepara para acoger otra cita internacional, en este caso el Campeonato del Mundo de Karting. Otra cita que demuestra el gran nivel del trazado malagueño.
Foto de portada: © Sergi Merino