Lewis Hamilton. El rey del “hammer time”. Ese piloto que marcó otro punto de inflexión en la categoría reina del automovilismo con su fichaje por McLaren. El ojo de Ron Dennis no falló cuando confió en ese niño británico que dominaba las carreras de karts enfundado en su casco amarillo. Su padre decía que era para diferenciarle rápidamente de los otros niños, y el amarillo ha acompañado a Hamilton en gran parte de su carrera, decorando sus cascos. Y hoy os presentamos la réplica de su nuevo casco, con el que de alguna forma vuelve a sus orígenes.
Hamilton llegó a la Fórmula 1 por la puerta grande. Con la reputación de chico de oro y un asiento en McLaren, uno de los equipos grandes. A partir de ahí, todos sabemos cómo sigue la historia con el equipo de Woking. Los enfrentamientos con Fernando Alonso, su entonces compañero de equipo. Los líos en el equipo inglés que acabaron coronando a Kimi Raikkonen campeón. Y el primer campeonato del británico en 2008. Todo ello montado en un coche plateado y con un casco amarillo. Pocos podían imaginarse que no iba a ser la última vez que esa combinación dominaría la categoría.
Con el paso de los años Hamilton se convirtió en el piloto más temido de la parrilla. A la velocidad pura que traía con él, se sumó la capacidad calculadora que le otorgó la experiencia. La capacidad de bajar la cabeza y pelear desde la distancia, vuelta a vuelta, desgastando al rival. El momento del martillo, el de ir clavando los tiempos de cada vuelta. Con las armas que le otorgó Mercedes, se convirtió en un rival implacable al que muy pocos se atrevieron a hacer frente. Y contra el que casi todos fracasaron.
Tras haber usado colores diferentes durante un par de temporadas, el violeta y el negro vuelven a dejar paso al amarillo. Una declaración de intenciones del heptacampeón: a pesar de su larga trayectoria y de haber conquistado el mundo, mismos colores que en su época de karting. Y por tanto misma hambre y ambición. Parece que siete títulos no son suficientes para el británico y seguirá intentando conseguir el octavo para convertirse en el piloto más laureado de la historia. Por delante del “Kaiser”, Michael Schumacher.
A principios de 2022, Mercedes parecía haber perdido su poder. Pero los de las flechas de plata no se rinden fácilmente, y su escalada en los puestos de parrilla es patente. Han vuelto los podios e incluso las “poles”. Y parece que las victorias están cada vez más cerca. Mercedes trabaja a toda potencia y Lewis Hamilton espera en las sombras, para volver a tener un arma que le permita desplegar toda su velocidad. Otra vez un coche plateado, con un casco amarillo tras el volante. Esta es una réplica a escala del casco de 2022 de Lewis Hamilton, que vuelve a ir a por todas. Porque siete veces no son suficientes.
Foto de portada: AFB Motorsport