Jordi Gené es uno de los pilotos con más experiencia en las carreras que se encuentra en activo. Sus inicios pasaron por los monoplazas, con la clara intención de alcanzar la Fórmula 1 gracias a unos resultados muy prometedores. Flirteó con la posibilidad en 1994, como piloto probador del equipo Benetton, pero su carrera deportivo terminó enfocada en los turismos y coches cerrados. Es allí donde Jordi se ha labrado una reputación incuestionable.
Jordi Gené participó en la última cita del Campeonato de España de Resistencia y GT (GT-CER) de 2020 junto al piloto Ferrán Méndez, compartiendo el Cupra TCR de RC2 Junior Team. En un interludio entre sesiones competitivas, hablamos con él sobre algunos de los aspectos más destacados de su vida en las carreras, así como su relación con la marca Cupra, de la que es piloto oficial.
PREGUNTA: Estás compitiendo en esta última cita del Campeonato de España de Resistencia y GT. ¿Cómo es que al final te has decidido a participar junto a Ferrán Méndez?
JORDI GENÉ: Un poco por amistad y también por trabajo. Me debo a Cupra y el equipo RC2 Junior Team ha comprado un Cupra TCR Mk.IV. Me pidieron si podía venir a explicarles cómo funcionaba el coche, al haberlo desarrollado yo. Y aprovechando que venía, a Ferrán le gustaba poder tener un compañero en esta carrera, al ser de dos horas. Me une una gran amistad con el dueño del equipo, con Ferrán y también con su padre, al que conozco de hace muchos años. Además, también me viene bien subirme al coche, que este año con todos los problemas que hemos tenido por el COVID-19 he rodado menos que otros años.
¿Cómo ves el GT-CER, con parrillas repletas de coches y que incluye a la clase TCR?
Creo que es una muy buena fórmula para un campeonato nacional porque te abre el abanico a muchos tipos de vehículos que de otra manera tendrían dificultades para competir entre ellos. El poder compartir coche también es una buena manera para que a los pilotos no les cueste mucho dinero. Creo que es un campeonato que tiene muy buena salud, lo han demostrado durante muchos años. A ver si va a más de cara al próximo año.
Hace dos años se realizó aquí, en el Circuit de Barcelona-Catalunya, la presentación del ETCR y tú pudiste dar unas vueltas con el nuevo Cupra eléctrico. ¿Cómo va este tema?
Como marca, creo que si Cupra tiene que estar en algún campeonato tiene que ser en uno eléctrico. No sé todavía si será en el Pure ETCR o en otro en el que entraremos, o saldrá otra cosa distinta. Pero sí que el presente de las carreras de turismos es eléctrico y, de hecho, el desarrollo lo vamos a retomar dentro de poco. Este tenía que haber sido un año muy bonito para mí, pero todo se paró y ahora en diciembre vamos a volver con ello. Tengo muchas ganas e ilusión.
Entonces, si Cupra entra, ¿tú estarás con ellos compitiendo?
En principio, debería de ser así. Pero como está todo en el limbo… Tenemos muy buena relación y trabajar con Cupra es un honor. Ellos están contentos con el trabajo que realizo, así que no debería de haber un cambio.
¿Cómo ves la salud del mundo de los turismos a nivel internacional, especialmente con el reglamento TCR?
El reglamento TCR está funcionando muy bien, lo que pasa es que son campeonatos semioficiales. Lo vemos en el WTCR. Las marcas dan un apoyo pero no están participando. Quizás, Lynk & Co es la que está más metida de forma oficial. Pero ahora mismo, está apoyado por las marcas pero sólo eso. Es una mezcla con lo que había sido antes. Por eso creo que va a haber una transición hacia campeonatos eléctricos, en los que las marcas estarán implicadas sí o sí al 100%. Así que creo que estamos en una temporada que nos va a encaminar hacia eso. Es verdad que hay varias tecnologías a tener en cuenta y dependiendo del cliente encaja una cosa u otra, y en las carreras está pasando un poco lo mismo. Estamos en una situación tan volátil que no hay una línea clara que se imponga.
Hablando de turismos, el año pasado se recuperó el Campeonato de España de Turismos, pero con una reglamentación propia alejada del concepto TCR. ¿Cómo lo viste?
No lo conozco mucho porque no he estado involucrado, ni lo he seguido muy de cerca. Pero creo que si algo funciona muy bien hay que ir por allí. El TCR es un coche que se vende bien a los privados, tiene buenas prestaciones, … Inventar algo ahora mismo es difícil que salga adelante porque hoy en día es muy complicado desarrollar algo nuevo e invertir el dinero necesario cuando ya hay un formato que funciona.
Respecto a la implicación de Cupra, vemos que hay coches de la marca por todos lados. Es sencillo ver un Cupra en casi cualquier campeonato de turismos. ¿Por qué crees que ocurre esto?
Cupra ha cuidado mucho a los clientes y es un coche accesible, que sabes que tienes los recambios disponibles, el coste por prestaciones es muy bueno y tenemos la experiencia de ser los primeros que sacamos este tipo de coche. Se desarrolló a partir de la Seat León Eurocup y al ser fiables y fáciles de desarrollar y mantener, la gente los ve y se suman.
En el WTCR, ya ha debutado este año el Cupra León. ¿Qué diferencias existen con el modelo anterior?
Es una evolución, aunque es un modelo nuevo, ya que el León ha cambiado de generación. Teniendo la experiencia en las carreras durante todos estos años, lo que se ha buscado es hacerlo mejor. Creo que es un coche que ha mejorado poco, pero lo ha hecho en muchas áreas, por lo que el cambio total sí que es grande. La geometría de la suspensión es mejor, el motor, la aerodinámica, el reparto de pesos o la rigidez de la carrocería también, … No hay un gran cambio enorme en un área, pero sí pequeños en todas, por lo que es mejor.