Tras su vuelta al ruedo la pasada temporada, Fernando Alonso parece no acusar el paso de los años. En las primeras carreras de la temporada 2021, ya dijo que una vez se hubiera adaptado de nuevo al coche, volvería a estar al nivel de antes de su parón. Y así fue. Volvió el Fernando agresivo, calculador e implacable que conocíamos. Y a medida que el Alpine del año pasado evolucionaba, también lo hacía él. Tanto es así, que incluso el diseño de su casco ha cambiado para la temporada 2022. Y ya ha llegado el modelo a escala.
Alonso, aunque ha conquistado la cima del automovilismo a nivel mundial, siempre ha sabido mantener su relación con su Asturias natal. Así que eran habituales los colores azul y amarillo de su bandera en su casco. Y el resto del diseño se construía normalmente alrededor de estos dos colores, talismán para el piloto de Oviedo. Pero en 2022, Fernando ha decidido dar un giro en la estética, y el nuevo dibujo se apoya más en los patrocinadores y en el esquema de colores del equipo galo.
Alpine F1 Racing está en una importante cruzada para intentar llegar a los puestos de cabeza de la categoría reina. Y todo ello pasa por nuevos patrocinadores y nuevas asociaciones. El más relevante sea, muy probablemente, el de BWT. La empresa de tratamiento de agua, lleva ya varios años dentro de la Fórmula 1, y ha apoyado varias estructuras siempre con un denominador común: su color corporativo. El color rosa ha acompañado a la marca en todos los casos, llegando a pintar el monoplaza entero de su “color chicle” característico. Y con su asociación con la escudería Alpine, el rosa ha llegado a Enstone.
Los de la marca francesa ya decoraron todo su coche con el peculiar color de la marca para las dos primeras carreras del año, en las que el rosa cubría prácticamente todo el A522. Aunque ya desde la tercera carrera, dicho color dio un paso atrás dando más protagonismo al azul característico del equipo. Y es por eso, que el casco de Fernando Alonso ha dado también un giro hacia colores más acorde con la estrategia de la marca.
El habitual azul más claro deja paso al azul eléctrico de Alpine, y el amarillo desaparece para que el rosa de BWT aparezca en su lugar. El cambio no deja indiferente a nadie, pero hace que el piloto, y su casco, queden mucho más integrados estéticamente dentro del coche y pasen, así, a formar parte de la propia decoración del monoplaza. Una combinación de colores diferente que los coleccionistas no van a querer dejar pasar.