La noticia nos pilló desprevenidos a todos. Ken Block, el hombre que derribaba las barreras entre carreras y espectáculo, nos ha dejado. De una forma extraña, fría, distante y por la puerta de atrás. Totalmente al revés de lo que él simbolizaba. Block era espectáculo, era ir al límite, era aprovechar cada segundo y hacerlo a lo grande. Todo. Apareció de la nada hace algo más de una década y revolucionó el mundo del motor por su forma de enganchar a todo el público.
Ken llegó tras lanzar su marca DC Shoes, que le permitió empezar a hacer todo eso que tanto le gustaba. Empezó en el mundo de los rallys, pero lo que le lanzó a conquistar el mundo fueron sus brutales vídeos en Youtube. En ellos, el estadounidense se dedicaba a llevar a cabo piruetas imposibles a bordo de vehículos de ensueño. Esos vídeos enganchaban a todos los que se encontraban con ellos y seguro fueron los culpables de atraer a miles de aficionados al mundo del motor.
Lo que empezó como un vídeo del piloto deslizando un Subaru Impreza por un aeródromo, mientras el incombustible Travis Pastrana hacía de las suyas sobre su moto, acabó por convertirse en una enorme franquicia que lleva centenares de millones de visitas en Youtube y, sobre la cual, Amazon Prime hizo una serie. La base era sencilla: Un coche potente, ruedas quemadas, saltos, derrapadas y un poco de imaginación.
Durante unos minutos era capaz de sacar al espectador una sonrisa al ver su coche saltar por las empinadas calles de San Francisco, derrapar delante de un tren en movimiento o encadenar donuts alrededor de un amigo suyo. Sea como fuera, Ken Block parecía tener un toque mágico para esto. Una visión clara, los medios y las manos para llevarlo a cabo junto a su equipo: Hoonigan.
Sus vídeos seguirán siendo una buena forma de dejar salir nuestra parte más pasional. Disfrutar del ruido, el humo de los neumáticos y los fogonazos saliendo de un tubo de escape es lo que, aunque a veces nos cueste admitirlo, hace que muchos de nosotros nos hayamos enganchado al mundo del motor. A veces, vale la pena que el niño que llevamos dentro pase un buen rato con este tipo de espectacularidad visual, y Block sacaba a ese niño. Sirva este texto para rendir tributo al hombre del Subaru, del Fiesta, del Focus, del Hoonicorn… Al hombre que empujó a muchos a seguir el olor a gasolina para ver donde llevaba. Para algunos fue un pionero, para otros un visionario. Pero para muchos, incluidos nosotros, Ken Block fue un referente.
Nos quedaremos sin ver lo que tenía planeado para su futuro. Con su nueva colaboración junto a Audi, ya había empezado a planear las siguientes travesuras y llevado a cabo la primera. La «Electrikhana», a bordo de un Audi S1 Quattro con imagen renovada y totalmente eléctrico, presagiaba una nueva remesa de espectaculares piruetas y trucos junto a la marca de los cuatro aros. Y quien sabe si algo más. Pero la nieve de Utah nos impedirá verlo. Hasta siempre Ken.