Álex Palou y las 500 Millas de Indianápolis mantienen una relación muy estrecha pero que hasta ahora no ha conseguido dar el fruto esperado por todos. El piloto catalán, actual Campeón de la IndyCar, es uno de los favoritos para ganar la mítica carrera desde que debutó en la categoría hace dos años. Ya entonces, su idilio con el óvalo estadounidense se empezó a vislumbrar y es ahora cuando tiene la gran oportunidad.
Palou se estrenó en la IndyCar en 2020, después de una temporada en la que debutó en la Super Formula en Japón, peleando por el campeonato hasta la última carrera. Muchas miradas estaban posadas en él y el de Sant Antoni de Vilamajor no defraudó. Arrancó con fuerza y en la calificación de las 500 Millas de Indianápolis consiguió entrar en el Fast Nine y calificarse séptimo en la parrilla de salida. Un toque con el muro durante la carrera le apeó de la misma, pero las sensaciones fueron buenas desde el principio, mostrando mucho ritmo.
En su camino hacia el título de la IndyCar, Indianápolis fue una de las paradas principales. Después de comenzar el año de la mejor manera posible, consiguiendo su primera victoria en el Gran Premio de Alabama, en Barber, Álex Palou llegó al óvalo de las 500 Millas con el cartel de favorito colgando sobre él. Sin miedo, volvió a replicar lo cosechado en 2020 para entrar en el Fast Nine. Algo mejoró en 2021, calificando sexto, una posición que de nuevo volvía a darle alas de cara a la victoria.
Con mucho ritmo y velocidad, Palou consiguió hacer buena la estrategia para ponerse líder de carrera, consagrando una posición que debía darle, como poco, un buen resultado. No lo tuvo sencillo, con sus rivales acechando. Especialmente, con un Hélio Castroneves con mucha más experiencia que terminó por destaparse como un el caballo blanco de la edición. Ambos pelearon en las últimas vueltas por la victoria, adelantándose una y otra vez hasta que el rebufo ya no fue suficiente. El brasileño se impuso, dejando al español en segunda plaza.
Esto, en el fondo, fue un gran resultado para Palou, que sumó numerosos puntos que se transformaron en la última carrera de 2021 en Long Beach en un título de Campeón de la IndyCar. Sin embargo, la emoción por ganar las 500 Millas de Indianápolis se disipó a la fuerza. Porque ganar esta carrera es casi como ganar el título. Esta y otras tienen detrás una magia que las hace especiales. Sucede de igual manera con las 24 Horas de Le Mans, el Rally Dakar o la Bathurst 1000. Ganar alguna de estas carreras tiene tanto mérito como alcanzar el cetro en sus respectivos certámenes.
Las 500 Millas de Indianápolis cuentan con una historia repleta de grandes gestas desde que comenzaron su camino allá por el año 1911 y aquel Marmon Wasp victorioso gracias al novedoso y criticado retrovisor que portaba. Muchos han sido los pilotos que han conseguido la victoria, pero muchos más los que han tenido que ver cómo se les escapaba de las manos. La prueba americana es capaz de dar y quitar éxitos en apenas unos metros, dadas sus características y dureza.
De ello saben bien pilotos de gran palmarés, que a pesar de triunfar en otras categorías y otros lugares del mundo, la gran carrera estadounidense por excelencia les cerraba de un portazo en las narices sus aspiraciones. Así como Jim Clark, Graham Hill, Emerson Fittipaldi, Juan Pablo Montoya o Takuma Sato lo lograron, nombres como Juan Manuel Fangio, Alberto Ascari, Nigel Mansell o Fernando Alonso se quedaron a las puertas.
El propio Alonso lo ha intentado en tres ocasiones, comenzando por aquel espectacular 2017 en el que el motor falló cuando estaba en posición de poner pelear por la victoria, hasta el 2020 cuando firmó su mejor resultado, aunque lejos de los primeros puestos. El asturiano tomó el camino que años atrás construyeron Pierre de Vizcaya, Fermín Vélez y Oriol Servià, pilotos españoles que cruzaron el Atlántico para tratar de conquistar las 500 Millas de Indianápolis.
A este póker de ases de la velocidad (de Vizcaya, Vélez, Servià y Alonso) se ha sumado ahora Álex Palou para buscar el premio que ellos ansiaron y no pudieron encontrar. Ese trofeo Borg Warner que espera a la próxima cara que le será añadida y que ojalá sea el busto del actual Campeón de la IndyCar, el quinto español en ir a la conquista de Indianápolis. ¡A la quinta va la vencida!
Foto de portada: Twitter Álex Palou.