Autor: Pablo López Castillo

1000 Km de pasión por los GT en Paul Ricard

El Fanatec GT World Challenge Europe disputó una de sus citas clave de la temporada, los 1000 Km de Paul Ricard. En esta trepidante carrera, Davide Rigon, Antonio Fuoco y Daniel Serra lograron imponer su Ferrari a la concurrencia que desató sus estrategias en más de cinco horas de competición.

El Circuit Paul Ricard es un trazado bien conocido por todos, con sus características escapatorias de líneas azules y rojas. Este invento, decorado con estos llamativos colores, viene a sustituir a las escapatorias de grava, con un asfalto ultra abrasivo jalonado de pequeños cantos que destrozan las gomas cuando los coches pasan por encima. Alternando largas rectas con curvas de todo tipo de radios, la pista ha pasado de albergar test y algunas pocas carreras al año a ser uno de los polos del automovilismo deportivo.

Este pasado fin de semana, el Fanatec GT World Challenge Europe celebró allí su cuarta cita de la temporada. Con la emoción por todo lo alto y sabiendo de la importancia de esta carrera de cara ala gran batalla por el título del que es considerado “de facto” como el Campeonato de Europa de GT, los pilotos se lanzaron en pos de la victoria en los 1000 KM de Paul Ricard, con toda la esencia de las carreras de resistencia y la pasión por lo GT en lo más alto.

En un inicio de alto voltaje, el Lamborghini #63 de Emil Frey Racing, pilotado por Albert Costa, Mirko Bortolotti y Jack Aitken, se colocó en cabeza, sujetando momentáneamente el liderato. Sin embargo, el empuje del Mercedes #88 de la estructura Akkodis ASP, con el apoyo oficial de Mercedes AMG, consiguió ponerse por delante. Dani Juncadella, Raffaele Marciello y Jules Gounon lograron sujetar el puesto durante gran parte de la carrera, aunque siempre con la amenaza del Lamborghini #63 y de los dos Ferrari 488 GT3 del conjunto Iron Lynx.

1000 Km de pasión por los GT en Paul Ricard
El Lamborghini #63 de Albert Costa en Paul Ricard. Foto: Media Fanatec GT World Challenge Europe.

Esta pelea estratégica y también en la pista con sendos duelos al límite se alargó durante gran parte de la carrera, con los nuestros peleando de manera activa por la victoria. Albert Costa (Lamborghini Huracan GT3 Evo), Dani Juncadella (Mercedes AMG GT3) y Miguel Molina (Ferrari 488 GT3) mantuvieron las opciones, junto a sus compañeros de montura, durante toda la prueba, luchando tanto detrás del volante como desde el garaje.

Las estrategias entraron en juego de manera directa, con Iron Lynx acertando de lleno en ellas. Con ello, el Ferrari 488 GT3 de Davide Rigon, Daniel Serra y Antonio Fuoco se encaramó a la primera posición. Una penalización a Gounon y un hachazo de Molina al francés de Mercedes, terminó por decidir la carrera a favor de los coches de Ferrari. La marca italiana aseguró un doblete que ya no se les escapó de camino a la bandera ajedrezada.

Rigon, Serra y Fuoco ganaron la carrera, por delante de Molina, Nicklas Nielsen y James Calado para completar ese doblete de Iron Linx en lo alto del podio de Paul Ricard. Dani Juncadella, Raffaele Marciello y Jules Gounon terminaron en tercera plaza, probablemente con un sabor agridulce en la boca, sabedores de que podían haber ganado pero no lograron juntar todas las piezas del puzzle. Y es que, en las carreras, ganar únicamente puede ganar uno. En este caso, un coche con tres pilotos.

1000 Km de pasión por los GT en Paul Ricard
El Ferrari #51 de Miguel Molina en Paul Ricard. Foto: Media Fanatec GT World Challenge Europe.

En cualquier caso, el resultado favorece a un Raffaele Marciello que se escapa al frente de la clasificación general del campeonato por delante un Dries Vanthoor y un Charles Weerts cuya participación en Paul Ricard no estuvo acompañada por la fortuna. En esa ocasión, el mejor de los Audi fue el pilotado por Fréderic Vervisch, Nico Müller y un Valentino Rossi que mejora a grandes pasos en cada carrera. En apenas unos días, nuevo duelo por la gloria en Zandvoort.

Foto de portada: Media Fanatec GT World Challenge Europe.

Foto del autor

Pablo López Castillo

La pasión por los coches me viene desde pequeño. Primero fue recitar las marcas de coches mientras aprendía a hablar. Luego llegaron las carreras. Y después, escribir sobre ellas. Tanto actuales como del pasado. Me gustan por el mero hecho de ser carreras. Así que aquí estamos para hablar de esta pasión, que seguro que alguno califica de locura. Pues, ¡bendita locura!