24 horas, 1440 minutos, 86400 segundos. Ese es el tiempo que dura un día. El tiempo en el que se disputan algunas de las principales carreras del mundo del motor. Porque la resistencia ha sido desde el principio del automovilismo una fuente insaciable de emoción y pasión, de lucha contra el crono, de pelear por la victoria hasta las últimas consecuencias. Ese sustrato de aquellos pioneros ha llegado a nuestros días en forma de carreras de renombre como Le Mans, Daytona o Spa, la que este fin de semana recorrerá el bosque de las Ardenas.
También ese paraje forma parte de la historia, especialmente del convulso período del siglo XX, siendo parte fundamental de la Segunda Guerra Mundial. En aquellos trágicos años, eran los cañones, metralletas y tanques los que retumbaban entre los árboles. Ahora, son los brutales motores de los imparables coches de competición que surcan las rectas de Spa a toda velocidad en pos de la victoria.
7004 metros de pura emoción completan el trazado de Spa-Francorchamps, una pista que en sus orígenes era más del doble de larga. Para ello, se utilizaron las pequeñas carreteras que conectaban los pueblos de Francorchamps, Malmédy y Stavelot, creando una especia de triángulo de alta velocidad con curvas de gran radio y apenas una horquilla que se mantiene intacta, La Source. Al llegar a Francorchamps, el trazado nuevo continúa siendo parte del antiguo, aunando tradición y novedad a la ecuación para crear el ambiente perfecto. En la noche de las 24 Horas de Spa, todavía pueden escucharse los motores de los primeros valientes que se lanzaron a toda velocidad por estas carreteras, hoy transformadas en circuito.
Las necesidades de seguridad hicieron que el trazado largo fuera poco a poco desapareciendo, perdiendo para siempre una de sus señas de identidad, la desafiante chicane de Masta. Esta variante era un zigzag a alta velocidad en medio de los campos de labor. Sin embargo, tenía un leve defecto que la hacía verdaderamente peligrosa: una casa. Precisamente, era esa edificación, un hogar familiar, el origen de la chicane y también lo que supuso su desaparición a efectos de la competición. El trazado se recortó a la mitad, añadiendo un sector interno para conectar las dos partes que todavía siguen, concretamente desde la carretera que va a Malmédy hasta la que vuelve de Stavelot.
Esa novedad trajo consigo nuevos virajes, concretamente uno que se ha convertido en imprescindible: Pouhon, una curva de alta velocidad y gran radio que pone a prueba a pilotos y máquinas por las fuerzas laterales que genera en su paso. En bajada y sin casi visibilidad a la salida, se ha convertido en un auténtico desafío y tomarla de manera eficiente y correcta es una tarea reservada únicamente para los mejores. En un tiempo en el que la aerodinámica y las ayudas electrónicas forman parte del día a día de la competición, Pouhon sigue siendo ese santuario de lo imposible, donde la coordinación de manos y pies todavía tiene mucho que decir.
Pero, si hablamos de curvas, Eau Rouge y el Raidillon se llevan la palma. El complejo de curvas más famoso del mundo ha recibido un lavado de cara para recuperar gran parte de su esencia original, a la par que ganar en seguridad. Este brutal cambio de rasante en curva, formado por tres variaciones de dirección, sigue poniendo los pelos de punta a los pilotos, aplicando esfuerzos masivos a los coches como muy pocas partes de circuitos del mundo consiguen.
Toda esta mezcla de zonas rápidas y desafiantes es la esencia del circuito de Spa-Francorchamps, una pista que acoge la carrera que antaño se llamó 24 Horas de Francorchamps, pero que por efectos de la expansión del mercado añadió Spa a su nombre (la ciudad más cercana al trazado) y al final se quedó en las 24 Horas de Spa. En cualquier caso, sigue siendo esa carrera que todo piloto que se precie quiere ganar. La prueba en la que se dan cita los mejores GT del mundo, los GT3 más avanzados y que es la joya de la corona del GT World Challenge, el considerado de facto mundial de GT.
Alex Riberas, Isaac Tutumlu, Miguel Molina, Albert Costa y Dani Juncadella, además del equipo Madpanda Motorsport, serán los de casa que estarán compitiendo por la gloria en las 24 Horas de Spa, una carrera en la no podía faltar AFB Motorsport. Como no, la tienda física estará presente en el paddock de Spa-Francorchamps para ofrecer los mejores servicios a pilotos y aficionados que se pasen por el stand, en la mejor carrera de GT del mundo. ¿Te lo vas a perder?
Foto de portada: Red Bull Content Pool.
1 comentario en «24 horas vibrantes en Spa»
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