Autor: Pablo López Castillo

Juncadella, Marciello y Gounon triunfan en las 24 Horas de Spa

El trío hispano-italo-galo se llevó la gloria en la gran carrera de resistencia del Fanatec GT World Challenge, pilotando el Mercedes AMG GT3 de la estructura Akkodis ASP Team.

Eran unos de los favoritos, como varias de las tripulaciones que compiten en el certamen considerado de facto como el “mundial de GT”; pero hasta que no cayó la bandera a cuadros, no pudieron confirmar la hazaña. El español Dani Juncadella, el italiano Raffaele Marciello y el francés Jules Gounon ganaron ayer las 24 Horas de Spa, la principal carrera del Fanatec GT World Challenge.

Todo un día de competición con la máxima tensión para terminar venciendo a los innumerables rivales que pugnaron con ellos por la gloria absoluta. 24 horas de alto voltaje que concluyeron con la victoria del trío de Mercedes en el trazado dibujado en el bosque belga de las Ardenas. Como contamos en el anterior artículo, este lugar vivió una de las escenas más relevantes de la Segunda Guerra Mundial. El sonido de la batalla ha cambiado con los años y ahora fueron los motores de los GT3 más espectaculares del mundo los que hicieron variar la calma que se respira en esta zona de Bélgica.

La lucha por la victoria tomó diferentes carices, con un comienzo de carrera relativamente tranquilo, interrumpido en cuanto los primeros incidentes y accidentes se fueron dando lugar. Esto pilló relativamente a contrapié a los pilotos del Mercedes #88, que confiaron en la fiereza de Jules Gounon para recuperar posiciones en un relevo para el recuerdo. El galo fue superando rivales con un gran ritmo hasta volver a poner las tornas a favor.

Juncadella, Marciello y Gounon triunfan en las 24 Horas de Spa
Foto: Media Fanatec GT World Challenge.

El golpe de teatro final fue el pinchazo que sufrió el BMW #98 DE ROWE Racing, pilotado por Augusto Farfus, Nick Yelloly y Nicky Catsburg, el principal rival del Mercedes #88 de Juncadella – Marciello – Gounon. Con la escuadra del equipo alemán fuera de combate, el camino se alisó claramente para que el trío de Akkodis ASP Team cruzara la meta en primera posición como vencedores absolutos de las 24 Horas de Spa.

Dani Juncadella hace historia y sucede a su tío, Àlex Soler-Roig

El automovilismo es un deporte que mantiene viva una curiosidad que no se da con tanta frecuencia en otras disciplinas. La pasión por la competición a lomos de una máquina a alta velocidad se transmite de generación en generación, caso que se cumple por diferentes partidas en Dani Juncadella. Hijo y sobrino de pilotos de carreras, con su victoria en Spa ha sucedido a uno de sus tíos, el legendario Àlex Soler-Roig.

Soler-Roig fue uno de los primeros pilotos españoles en competir en Fórmula 1, participando en varios Grandes Premios entre 1970 y 1972. Sin embargo, su mayor éxito deportivo fue cuando se hizo con la victoria, junto al alemán Dieter Glemser, en las 24 Horas de Spa de 1971, al volante de un Ford Capri. Por aquel entonces, la gran carrera de resistencia belga formaba parte del calendario del Campeonato de Europa de Turismos, el cual estuvo a punto de ganar.

Juncadella, Marciello y Gounon triunfan en las 24 Horas de Spa
Foto: Media Fanatec GT World Challenge.

Por ello, el triunfo de Dani Juncadella cobra todavía más relevancia y supone un hito en la historia del automovilismo de nuestro país, el cual se suma a los éxitos que el catalán ha amasado en sus años como piloto profesional, victorias en algunas de las más importantes pruebas internacionales en distintas modalidades, como el Gran Premio de Macao o el Masters de Fórmula 3 de Zandvoort, en este caso previos a su incursión en los GT.

Foto del autor

Pablo López Castillo

La pasión por los coches me viene desde pequeño. Primero fue recitar las marcas de coches mientras aprendía a hablar. Luego llegaron las carreras. Y después, escribir sobre ellas. Tanto actuales como del pasado. Me gustan por el mero hecho de ser carreras. Así que aquí estamos para hablar de esta pasión, que seguro que alguno califica de locura. Pues, ¡bendita locura!