Valentino Rossi ha sido uno de los grandes nombres del mundo de las dos ruedas. Desde sus primeros pasos en el Campeonato del Mundo de Moto GP, su leyenda no dejó de crecer. Pues más allá de los increíbles resultados que conseguía, lo hacía con un carisma que enganchaba a la multitud. En pista era espectacular sobre la moto, pero fuera de ella es un personaje más grande que la propia competición. Y ha conseguido cautivar a varias generaciones.
Tras haber conquistado nueve mundiales en las diferentes categorías de Motos, siete de los ellos en la categoría máxima, “The Doctor” decidió pasar de las dos a las cuatro ruedas. Rossi había llevado a cabo varias incursiones al mundo de los coches anteriormente, en diferentes disciplinas como el rally o incluso habiéndose subido a algún Ferrari de Fórmula 1. Y llegó a rumorearse que iba a dar el salto al gran circo de la mano del equipo de Maranello.
En enero de 2022, Valentino Rossi anunció por fin un programa completo en automovilismo. Lanzándose a hacer la temporada completa del GT World Challenge junto a WRT. Un equipo con una gran experiencia y palmarés en competiciones de resistencia y GT. El número 46, que tanto tiempo le ha acompañado y caracterizado en su carrera, fue el dorsal elegido para el Audi R8 GT3 con el que compitió durante la temporada.
El italiano se ha convertido ya en una figura más del paddock de la mayor competición de GT del mundo. Y es uno de los pilotos más perseguidos por los aficionados. Además, ha demostrado estar en ritmos competitivos desde el principio, por lo que es uno de los nombres temidos en esta extremadamente competida categoría.
Para su salto a las cuatro ruedas, Rossi tuvo que dejar de lado su casco de moto y hacerse con uno de coche. El escogido fue un Bell HP7 que decoró con sus colores para la ocasión. Este mini casco es una réplica perfecta, aunque a escala 1:2, de ese casco. El usado por el múltiple campeón del mundo de motociclismo en su primera temporada completa al volante de un coche.
Se trata de un objeto de colección, fabricado por la propia Bell con materiales similares a los usados en la producción del modelo real de competición. Pintado con todo lujo de detalles para un acabado espectacular que hará que este mini casco brille en casa de cualquier coleccionista.