Autor: Sergi Merino Navarro

Entrevista a Jordi y Eric Gené

Tuvimos la ocasión de entrevistar en el paddock del Circuit de Barcelona-Catalunya a Jordi y Eric Gené, padre e hijo, que compartían coche en el GT-CER a los mandos de un Cupra TCR.

Jordi Gené acumula ya una dilatada carrera tras el volante, compitiendo en muchas de las grandes categorías del motorsport mundial. Actualmente encontramos a Jordi en las clasificaciones del ETCR, el campeonato de reciente creación que emplea turismos eléctricos tipo TCR. Mientras, su hijo Eric se bate el cobre por las principales pistas de karting de Europa. Habitual ya de las parrillas de los campeonatos más importantes de karting del viejo continente, Eric sigue empujando su carrera en busca de su sitio en el mundo del automovilismo. El pasado fin de semana, padre e hijo compartían coche un el debut de Èric en el GT-CER y a bordo de un turismo, y el joven piloto de 15 años puso en jaque a muchos pilotos más experimentados que él en estas competiciones.

Tuvimos la suerte de hablar con ambos antes de la carrera del domingo, justo cuando descansaban tras la sesión calificativa y se preparaban para el gran momento del día. Nos acercamos a ellos detrás del garaje en el que descansaba el Cupra TCR que iban a compartir, justo enfrente de nuestra carpa instalada en el paddock del Circuit de Barcelona – Catalunya. Nos recibieron con su habitual sonrisa y aire risueño. Acababan de hacerse con la mejor posición de salida de su categoría y era, además, una ocasión especial por compartir coche padre e hijo.

Empiezo contigo Eric, empezaste en Karting, luego te has subido a algún monoplaza, y ahora un TCR. ¿Qué diferencias has notado?

Eric: Pues sobre todo los pesos y la forma en la que se conducen unos y otros. Esto pesa mucho más que un monoplaza y que kart, obviamente. Por lo que es diferente. Además, con el Kart y con el Fórmula lo ves todo. Ves la rueda, el piano… y puedes controlarlo todo mucho mejor. Pero con el TCR no lo ves, es más grande y la inercias son mayores.

Eric demostró su capacidad de adaptación con una grandísima actuación en su primera carrera a bordo de un coche carrozado. Foto: Carlos Casimiro

Jordi, y ahora de repente tienes a Eric sentado en el coche. ¿Cómo es verle ahí sentado, compartiendo coche contigo?

Jordi: Pues hombre, mucha ilusión. Porque ves el seguimiento desde que empezamos en karting en alevín, que era tarde en comparación con la mayoría de gente, y vas viendo el proceso. Y, aunque creo que los turismos no son su objetivo inmediato, el hecho de poder compartir lo que ha sido mi trabajo y lo que he estado haciendo durante los último 30 años con él, ver que está aquí y que lo está haciendo bien al poco de subirse al coche, pues siento mucho orgullo. Y estoy muy contento.

Y Eric, ¿cómo es tener a tu padre en el coche?

Eric: (Se ríe) Para empezar es muy divertido. Es muy especial. Y sobre todo es una experiencia, como ya ha dicho él, muy buena. Hacer esto, como lo que estamos haciendo de compartir coche, se puede hacer pocas veces. Y lo estamos disfrutando mucho. Además, es un coche nuevo para mí y puedo aprender mucho sobre cómo lo conduce él y cómo ser rápido.

Jordi, ¿Cuánto hay de padre y cuánto hay de piloto cuando estáis ahí metidos en el box?

Jordi: Pues cuando llegamos al circuito, totalmente de piloto. Otra cosa es que hagamos más o menos broma a la ida, a la vuelta o a la hora de comer. Pero la verdad es que cuando estamos en el circuito y con el coche, todo lo contrario: la actitud es totalmente como si estuviera compartiendo coche con un piloto al que no conozco. Porque conozco su potencial y sé que si le ayudo y le puedo aconsejar en aspectos en los que a mí me ha costado más entender o en cosas que he aprendido con los años, pues haré que su aprendizaje sea mucho más rápido. El objetivo será lógicamente hacerlo bien e ir a por la carrera, y para hacer eso hay que ir enserio. Son coches de carreras, son difíciles de llevar y a la gente le cuesta mucho adaptarse. Por lo que, en cuanto nos ponemos el casco y el mono, estamos en modo carrera y es como si fuese un piloto más.

Los consejos de Jordi calaron en Eric, y padre e hijo dominaron la caetgoría demostrando que hay madera de piloto en el joven Gené. Foto: Carlos Casimiro

¿Coincidiréis más en el futuro?

Jordi: Ojalá podamos, pero no es fácil. Porque tienen que darse todas las circunstancias, y que coincidan no es fácil. Esta vez se han dado y había que aprovecharlas, y ojalá se vuelvan a dar porque ha ido bien, me lo he pasado muy bien. Pero ahora mismo también creo que el objetivo de Eric es otro, tiene claro que apunta a los monoplazas, y yo sigo en los turismos. Yo estaría encantado, pero todo a su debido tiempo.


La conversación siguió una vez apagada la grabadora, y tras un largo rato de charla nos despedimos. Ellos estaban listos para la carrera, y nosotros para disfrutarla. ¡Y vaya si la disfrutamos! Eric se subió al coche para el primer «stint» y desplegó una demostración de adaptación admirable. Su ritmo en carrera impresionó a muchos, y para cuando su turno acabó, había adelantado a varios coches, mantenido la primera posición de su categoría y escalado hasta la cuarta posición de la general. Tras ello, entregó el coche a su padre. Jordi, tan solo tuvo que llevar el coche a la meta entero. Algo fácil para un piloto del calibre del mayor de los Gené. Se llevaron la carrera, pero también se llevaron algo más: la certeza de que la carrera de Eric tan solo está despegando.

Foto de portada: Circuit de Barcelona – Catalunya

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Sergi Merino Navarro

Aficionado desde pequeño a los motores, una visita al circuito de Montmeló me hizo querer más. Unos años después decidí dar un paso más e intentar transmitir el mundo del motor a través de palabras. Formado sobre el terreno con decenas de acreditaciones a eventos de ámbito nacional e internacional. Me podéis leer en El Acelerador, AFB Motorsport y entre las bambalinas de la Copa de España de Rallycross.